Hoy, en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), quienes recorrían los pasillos y hacían sus presentaciones no eran corredores de granos o agentes financieros, sino representantes de organizaciones sociales. La jornada final de la novena edición del programa de aceleración de organizaciones sociales demostró ser un verdadero crisol de ideas innovadoras y proyectos transformadores, donde más de 200 participantes y 45 organizaciones han compartido sus visiones y esfuerzos para mejorar sus comunidades.
Lanzado hace varios años por la Bolsa de Comercio de Rosario, este programa busca capacitar y apoyar a las organizaciones sociales para que desarrollen proyectos sostenibles y de alto impacto en la comunidad. A lo largo de su existencia, ha visto pasar a más de 600 organizaciones, brindándoles formación especializada, acceso a redes de contactos importantes y oportunidades de financiamiento para llevar sus iniciativas a la práctica.
Durante el evento, Andrés Williams, Director de Relaciones Institucionales de la Bolsa, resaltó la trayectoria y el éxito del programa: “Llevamos ya nueve ediciones, con 45 proyectos presentados solo este año, y un total de 600 organizaciones beneficiadas a lo largo del tiempo.” Williams hizo hincapié en el reconocimiento y el apoyo continuo que la Bolsa ofrece a estas entidades, esenciales en la transformación social diaria.
La cooperación fue un tema recurrente en las palabras de los oradores. Ramón Soques, secretario de Políticas de Inclusión y Abordajes Sociales del gobierno de Santa Fe, reconoció la importancia de la colaboración entre el Estado, las organizaciones y la educación: “el Estado solo no alcanza y las organizaciones también necesitan del Estado, es articular para construir comunidad,” afirmó, delineando el horizonte de trabajo conjunto que propone el gobierno.
Agustina Deux, coordinadora del programa de Oficios de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), subrayó la relevancia de la universidad pública en estos proyectos. “Nos sigue marcando la cancha de dónde tiene que estar la Universidad, sobre todo trabajando con otros actores,” explicó, ilustrando el papel de la educación superior en la crisis y en la creación de oportunidades de aprendizaje y desarrollo comunitario.
Inés Villavicencio, del Banco de Alimentos de Rosario, brindó un mensaje de optimismo y colaboración. “Ya este proceso que hicieron juntos muestra que caminar de la mano en equipo, como decía Andrés, es la manera de llegar más lejos” dijo, celebrando el proceso y el trabajo en conjunto de todas las organizaciones presentes.
Con este evento, la Bolsa de Comercio de Rosario reafirma su compromiso su mandato de puertas abiertas, en este caso como un catalizador de cambio social. Este programa es un ejemplo de cómo las instituciones pueden desempeñar un papel crucial en la promoción de la innovación social y el desarrollo comunitario.
