El mercado de oleaginosas representa una porción cada vez más importante en la cadena del agro y en ese sentido Argentina aparece como uno de los países con mayores oportunidades de crecimiento y, particularmente, la región del área metropolitana de Rosario surge como aquella en la cual la geografía ofrece las mejores las condiciones.
En el marco del 31 Congreso de Aapresid, se llevó adelante el Diálogo Internacional de Productores de Oleaginosas (IOPD, por sus siglas en inglés), en el que expertos trazaron un panorama actual y futuro de un mercado con un amplio abanico de oportunidades, pero que requiere atención, inversiones y mejoras en las reglas de juego.
En primer término, la economista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Emilce Terré, expuso la actualidad del mercado de la soja y el girasol en el país y las perspectivas para la próxima campaña. “Venimos de tres años consecutivos de sequía, de heladas en febrero; es decir unas condiciones climáticas que no contribuyen a tener números altos en cuanto a cosecha”, señaló.
“Si bien está lejos de los valores de China, Argentina es el segundo país en exportaciones netas, y aún hay mucho por recuperar. Son necesarias políticas públicas que acompañen para incentivar inversiones y recuperar los niveles de uso de la capacidad instalada”, agregó.
Las primeras proyecciones para la campaña 2023/2024 estiman un área sembrada de 17 millones de hectáreas de soja, por encima de la actual y un rinde inicial proyectado en 43 millones de toneladas, mejorando los números de la cosecha de este año pero aún muy lejos de los récords que el país tuvo hace pocos años.
Luego de tocar máximos relativos a comienzos del año pasado, los precios de las semillas oleaginosas, aceites y harinas han mostrado una notable corrección hasta alcanzar en mayo pasado los valores más bajos en más de un año y medio.
En cuanto a la producción mundial de oleaginosas, aumentó en la campaña 2022/2023 a 629,5 millones de toneladas, sostenida principalmente por la colza.
Uno de los productos de mayor impacto en el mercado oleaginoso en los últimos años es el biocombustible, que hoy tiene un rol preponderante. En este sentido, el director ejecutivo de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) Víctor Castro contó que, si bien la participación en el mercado aún se ubica lejos de los combustibles fósiles, “el mercado encontró un consumidor nuevo y muy fuerte”. Y añadió que “en los últimos diez años prácticamente se duplicó la producción de biodiésel, pasando de 26 a 50 millones de toneladas anuales en todo el mundo”.
En Argentina y particularmente en Rosario se encuentra una de las zonas competitivas más importantes del mundo por las condiciones que presenta. La mayoría de las 33 plantas productoras que hay en el país se encuentran en el Gran Rosario, entre Arroyo Seco y Timbúes, mientras que la zona de mayor producción de granos está en unos 250 kilómetros alrededor de los puertos de la región.
Sin embargo, los expertos remarcaron que el país “parte de atrás” en el competitivo mercado de los biocombustibles porque Brasil y Estados Unidos, que están por encima en cuanto a producción y exportación, ya tienen sus mandatos establecidos y Argentina necesita adaptarse a esa condiciones internacionales para captar mercado. A favor, el país cuenta con las condiciones y los recursos humanos para crecer en el corto plazo.
En cuanto a qué hace falta para avanzar estadísticamente en el mercado internacional de biodiésel, los referentes expusieron y coincidieron en identificar dos puntos fundamentales. Por un lado, la implementación de reglas de juego claras que incentiven inversiones y, por otro, la digitalización y adopción de nuevas tecnologías que ayudan a mejorar y optimizar procesos a lo largo de toda la cadena.
De este año político y con las elecciones primarias a la vuelta de la esquina, los expertos aclararon que esperan un consenso político que va más allá de quien gane la compulsa electoral y que de ese consenso entre sectores se deben desprender planes a largo plazo que dejen atrás la incertidumbre y la desinversión en el sector.
