En el marco del BCR Agtech Forum 2024, se llevó a cabo el conversatorio titulado “Agenda local – global. Liderazgo en innovación”, moderado por Javier Cervio, director Ejecutivo de la Bolsa de Comercio de Rosario, con la participación de Juan Farinati, CEO para el Cono Sur de Bayer. El panel ofreció una mirada profunda sobre los cambios culturales que las grandes empresas deben enfrentar para adaptarse a un entorno de innovación y transformación digital, destacando la importancia de crear una cultura de trabajo que fomente la creatividad, el empoderamiento y la capacidad de aprender del error.
Cambio cultural: de la jerarquía a la innovación
Farinati destacó que uno de los grandes desafíos que enfrentan las grandes empresas es modificar su modelo operativo para pasar de una estructura jerárquica a una más ágil e innovadora. “Estamos empezando a incorporar en una compañía grande un montón de atributos de compañías chicas”, explicó, haciendo referencia a la implementación de equipos squads (equipos reducidos y multifuncionales) que permiten una mayor agilidad en la toma de decisiones.
El CEO de Bayer subrayó la necesidad de abandonar la lógica tradicional del “jefe” para dar paso a una cultura donde los líderes empoderan a sus equipos y promueven la innovación en todos los niveles de la organización. “La jerarquía ya no es un valor. El desafío es hacer que una empresa con 100.000 empleados funcione como una compañía chica”, afirmó.
Este cambio no sólo implica una transformación en los procesos internos, sino también en la cultura organizacional. Las empresas deben aprender a transitar hacia estructuras más planas y ágiles, donde los colaboradores tengan mayor autonomía y sientan un sentido de propiedad sobre los proyectos que lideran.
El error como fuente de valor
Uno de los puntos clave de la charla fue la reflexión sobre el error en los procesos de innovación. Para Farinati, el verdadero fracaso no radica en equivocarse, sino en no aprender de esos errores. “El fracaso no es equivocarse, es no aprender del error. En una organización que busca innovar, hay que tomar riesgos y aceptar el error como una fuente de valor”, afirmó.
En este sentido, destacó la importancia de crear un entorno donde los colaboradores se sientan premiados por proponer cambios, aunque estos no siempre resulten exitosos. Según Farinati, es crucial identificar y comunicar los “quick wins” (pequeños logros) de manera intencional para mantener a la organización motivada y enfocada en la transformación.
Además, remarcó la importancia de eliminar proyectos que ya no agregan valor, un aspecto que a menudo se pasa por alto en las grandes corporaciones. “Es mucho más fácil diseñar que eliminar. Pero es fundamental saber cuándo dejar ir proyectos que ya no aportan”, sostuvo.
Innovación en el ADN y el rol de la cultura
Otro de los grandes cambios que están atravesando las empresas del sector es el paso de ser compañías de innovación en producto a convertirse en compañías de innovación en soluciones. Farinati explicó que Bayer ya no sólo se dedica a vender productos sino que busca acompañar al productor con herramientas digitales y soluciones integrales que mejoren la trazabilidad y la sustentabilidad de las producciones.
“El viaje de pasar de producto a solución es un cambio enorme, porque la organización está acostumbrada a la lógica del producto. Pero estamos avanzando hacia un modelo donde generamos valor de cara al productor a través de soluciones más completas”, explicó Farinati.
En este contexto, el rol de la cultura organizacional es crucial para que estos cambios fluyan de manera natural. Farinati compartió sus experiencias en Asia, donde lideró operaciones de Bayer, destacando cómo las diferencias culturales pueden influir en los procesos de toma de decisiones y en la forma de gestionar equipos.
Siguiendo las palabras de Farinati, podría concluirse que la transformación digital y la innovación en las empresas del sector agroindustrial no solo dependen de la tecnología sino de los enfoques regenerativos, de un cambio profundo en la cultura del trabajo, en aceptar el error como una oportunidad de aprendizaje.