El 30 de diciembre de 2024 entrará en vigencia la regulación 2023/1115, que busca garantizar el ingreso de productos a la Unión Europea (UE) provenientes de zonas libres de deforestación. La normativa se aplicará, entre otros bienes, en derivados de ganado bovino y de la soja, productos fundamentales para las exportaciones argentinas. En este marco, la Bolsa participó de seminario para compartir información y dialogar sobre los alcances, desafíos y transformaciones que implica la nueva reglamentación.
El encuentro tuvo lugar en la sede de Gobierno de Santa Fe y fue patrocinado por el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania, como parte del proyecto de cooperación bilateral “Diálogo Argentino – Alemán sobre Innovaciones Agropecuarias Sustentables”. Contó con la participación de miembros de la cartera de agricultura alemana y representantes de organizaciones sociales del país europeo. Patricia Bergero, subdirectora de Estudios Económicos de la BCR, participó como panelista y presentó la plataforma ViSeC (Visión Sectorial del Gran Chaco).
La jornada tuvo como eje central conocer de primera mano el estado de situación de la normativa, que tiene impacto tanto en empresas y productores argentinas como en firmas europeas. Además de abrir un espacio de diálogo en el período actual de transición y adaptación a la ley.
“Santa Fe tiene buenos estándares de producción de carne y cueros. Es preciso generar mecanismos para demostrar que productos como la soja y el maíz también provienen zonas libres de desforestación”, explicó en la apertura de la jornada la secretaria de Agroalimentos de la Provincia, María Eugenia Carrizo. “Tenemos un gran entramado de información en cuanto a catastro, una buena radiografía de toda la provincia y garantía de que Santa Fe cumple en un 95% de los requisitos”, aseguró.
El doctor Richard Fischer, de la Federal Research Institute for Rural Areas, Forestry and Fisheries –organismo alemán similar el INTA de Argentina- explicó a continuación los requisitos que tienen que cumplir tanto las regiones productoras como las empresas alemanas que cuentan con productos importados dentro de sus cadenas de suministros. “A partir de 2025, esos bienes solo podrán proceder de áreas que no fueron deforestadas después de 2020. Para garantizarlo, se requerirá, entre otros puntos, la geolocalización de dónde se produjeron los alimentos y poder documentar la trazabilidad”, indicó.
En materia de costos, el funcionario europeo afirmó que los consumidores en el viejo continente “tendrán que pagar más” por estos productos. “Si tienen buenos estándares, para muchos países la reglamentación puede generar una ventaja competitiva”, aseguró.
Lea Strub, integrante de la organización Global Nature Fund, fue la encargada de detallar cómo avanza el proceso de adaptación de las empresas alemanas a la nueva reglamentación. “En este momento, las empresas alemanas están informándose sobre sus obligaciones, contactándose con proveedores y trabajando en iniciativas multilaterales”, puntualizó.
Entre las iniciativas para facilitar el acceso de información a las compañías, Strub hizo referencia a un portal creado recientemente donde detallan dimensiones como definiciones, estrategia, responsabilidades, materias primas, regiones de riesgo, certificaciones, mecanismos de reclamos y herramientas de trazabilidad, entre otras cuestiones, basadas en publicaciones internacionales.
En tanto, Patricia Bergero, subdirectora de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa, explicó las características de la plataforma ViSeC, una herramienta cuyo principal objetivo es disminuir los impactos ambientales con enfoque en la deforestación y otros cambios del uso del suelo en la región del Gran Chaco, con cobertura de todo el territorio Argentino.