Discurso Miguel Simioni – 141° Aniversario BCR
Buenas tardes. Antes de comenzar, quiero decirles que no voy a ser original al repetir una frase que usé cada vez que me tocó hablar como presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario. Porque no encuentro palabras que expresen mejor lo que siento: es para mí un honor estar aquí un año más, iniciando este acto por el 141° Aniversario de la BCR ante ustedes.
Y lo es porque esta platea refleja cabalmente lo que es la Bolsa: aquí están representados la historia, el presente y el futuro de nuestra institución, de nuestra ciudad y de nuestra región. Cada uno de ustedes es una parte fundamental de esa historia y es protagonista de este presente que construimos juntos.
En fechas como esta es habitual mirar hacia atrás para repasar la historia de nuestra querida Bolsa. Recordar a quienes nos precedieron y los valores que nos transmitieron. Esos que nos repetían casi como un mantra los socios más antiguos a los nuevos que ingresábamos: el valor de la palabra empeñada, la honestidad, el respeto por lo acordado, la transparencia, las reglas claras, la construcción de acuerdos.
Gracias a ellos, y a esa forma de HACER que continuaron las siguientes generaciones, esta casa, se consolidó como parte de un entramado institucional mucho más amplio, en el confluyeron la producción, la agroindustria, los mercados, y la vida social y económica de toda una región.
Y quiero tomarme un momento para hacer un reconocimiento a esos socios. Los de ayer y los de hoy. Porque esta Bolsa es lo que es gracias a ellos. Son ellos quienes le dan vida, quienes la sienten como propia y quienes, generación tras generación, escriben una historia que en muchos casos, también es la de sus familias. Muchos de los que hoy están aquí —y muchos que ya no— ofrecieron su tiempo, su experiencia y su mirada para fortalecer esta casa, entendiendo que trabajar por la Bolsa no es solo impulsar la agroindustria, consolidar sus mercados y contribuir al progreso del país, sino también es fortalecer el entramado institucional de una ciudad y una región de la que somos parte.
Hoy quiero invitarlos a que, en homenaje a esa historia, repasemos juntos este presente. Porque lo que tenemos no es fruto de la casualidad, sino la consecuencia natural de una forma de hacer, y de honrar esos mismos valores que hoy guían nuestra acción diaria, y de los que la institución nunca debió apartarse, y que en estos cuatro años recuperamos como faro de nuestra gestión
Y este hacer NUNCA es en SOLEDAD. Es en un HACER COMPARTIDO, un HACER con nuestra comunidad que da vida, día a día a esta Bolsa y sus mercados: Con cada socio que participa; con cada comisión interna que debate; con los miembros del Consejo Directivo y la Mesa Ejecutiva, que aportan su tiempo, ideas, y esfuerzo para planificar, definir, y dar seguimiento a los lineamientos de una gestión; con los presidentes de nuestras cámaras y entidades adheridas que trabajan codo a codo para que las ideas se transformen en proyectos concretos, y con los representantes de cada uno de los sectores que integran la cadena de producción y comercialización granaria.
Permítanme también, un reconocimiento especial a nuestros mercados que son la razón de ser de esta institución y el corazón de su actividad. En estos años nos propusimos acompañarlos y respaldarlos en cada paso, incluso en decisiones o discusiones que parecían difíciles. Así lo hicimos al apoyar la histórica fusión de nuestro querido Matba Rofex con el MAE, dando origen a A3, un proceso que no solo fortaleció al mercado de capitales argentino, sino que también mostró la capacidad de esta Bolsa, como accionista mayoritario, de acompañar transformaciones de largo plazo en beneficio del país.
También, al Mercado Argentino de Valores, con cuyas autoridades y funcionarios, recorrimos nuestras regiones productivas generando encuentros con gobiernos locales, pymes, industrias y empresarios, abriendo las puertas a nuevas oportunidades de financiamiento y desarrollo del mercado de capitales.
Otro hito fue el Mercado Ganadero, con la puesta en marcha del Estudio Rosgan: un espacio equipado con tecnología de última generación para producir y transmitir de manera profesional los remates. Esta innovación, más el arduo trabajo de las autoridades y sus consignatarios, permitió consolidar un mercado verdaderamente federal.
Quiero subrayar también las iniciativas que llevamos adelante junto al Centro de Corredores de Cereales de Rosario, con el objetivo de mantener viva la esencia de nuestro querido Mercado Físico, como los Jueves de Rueda “A Viva Voz” , o los encuentros exclusivos para nuestros socios, operadores y empresas asociadas; con los economistas y técnicos de la Bolsa, donde se comparte información de primera mano sobre las perspectivas y principales tendencias del mercado de granos
Todas estas experiencias muestran que, cuando la Bolsa asume un rol activo, puede impulsar transformaciones profundas no solo puertas adentro, sino también en el entramado económico y social que nos rodea.
Y allí comienza otro capítulo de nuestro hacer: un hacer hacia afuera, que nos conecta con la comunidad más amplia. Con los distintos niveles del Estado, con las entidades empresarias y gremiales, con las universidades y la academia, con el entramado de innovación, con las organizaciones de la sociedad civil y con nuestras regiones productivas.
Ese hacer compartido, es lo que convierte a la Bolsa en algo más que una institución empresaria: es un puente que une sectores distintos detrás de objetivos comunes para nuestra comunidad, nuestra ciudad y nuestra región.
Porque es necesario acordar una agenda de trabajo orientada al crecimiento, que genere más valor y riqueza para el país. Y para lograrlo, la competencia bajo un marco justo es imprescindible. Pero esperar que esas reglas provengan exclusivamente del Estado no alcanza: el sector privado también tiene una cuota central de responsabilidad, donde la competencia se combina con la cooperación.
En este camino, la Bolsa asumió un papel activo en la nueva concesión de la Vía Navegable Troncal, una condición clave para alcanzar un salto de competitividad que no puede demorarse más. Y lo hicimos del mejor modo posible: construyendo consensos. Junto a otros actores logramos un entendimiento inédito, que presentamos ante la Agencia Nacional de Puertos y Navegación sobre un tema tan sensible como la definición de tarifas de peaje. Fue un acuerdo que reunió a todos los puertos y usuarios del país, sintetizando necesidades diversas en un marco común. Ese consenso, permitirá mejorar la eficiencia a partir de la competencia,.
O también, como ejemplo de este camino, en esta Bolsa, junto a los sectores agroindustriales, fuimos capaces de acordar un plan de infraestructura vial para los accesos a los puertos, que presentamos al entonces gobernador electo (Maximiliano Pullaro) en los primeros días de su mandato. Rápidamente lo validó con su equipo técnico —Puccini, Olivares y Enrico— y lo puso en marcha. Hoy ya vemos las máquinas trabajando en la autopista Rosario–Santa Fe, en la variante de la ruta 91, entre otras obras, que en el corto plazo nos darán un salto de competitividad real.
Esos son los acuerdos para crecer. Eso es esta Bolsa, un lugar de encuentro, donde se construyen consensos, y se pone en práctica una real articulación público privada.
Por eso quiero agradecer muy especialmente la presencia del Intendente, del Gobernador y del Presidente de la Nación. Que nos acompañen hoy, en este acto por los 141 años de la Bolsa, es una muestra clara de la trascendencia que esta institución tiene: no sólo para sus socios y los sectores que representa, sino también para la ciudad, de la provincia y del país.
Gracias no sólo por acompañarnos hoy, sino también por el diálogo franco y constructivo que mantuvimos en estos años, el cual se tradujo en medidas y acciones concretas. Gracias por demostrar que se puede discutir diferencias, pero aún así encontrar coincidencias y avanzar en acuerdos que mejoren la vida de nuestra gente.
También queremos destacar muy especialmente la presencia de los presidentes y representantes de las entidades que conforman el entramado agroindustrial de nuestro país: desde los productores y las cooperativas, hasta los acopiadores, corredores, industriales, molineros y exportadores. Todos ellos, son parte esencial de esta cadena que, con su esfuerzo y compromiso, sostiene día a día el desarrollo económico y social de la Argentina.
Es un honor contar también hoy con todos los presidentes de la Comisión de Enlace. En ustedes, están representados los productores, que son el corazón de este sistema, y quienes campaña tras campaña invierten y producen con la esperanza de un futuro mejor para sus comunidades y el país entero. Quiero destacar el reclamo permanente y sostenido de ustedes y de todas las entidades que integran esta gran cadena agroindustrial, por la eliminación definitiva de las retenciones, y al mismo tiempo reconocer la decisión del Poder Ejecutivo de avanzar en una rebaja permanente. Es un mensaje positivo: ya que aliviar la carga sobre el campo mejora la competitividad, impulsa la producción y dinamiza la economía en nuestros pueblos y ciudades
Para adelante tenemos también el desafío de avanzar fuertemente en las obras de infraestructura. Confiamos en que tanto el proceso de licitación de los ferrocarriles como los corredores viales anunciados por el gobierno nacional puedan concretarse lo más pronto posible, para afianzar nuestra competitividad. Como siempre, esta Bolsa estará a disposición: como espacio de encuentro con los usuarios y poniendo al servicio del país la experiencia y el compromiso de nuestros equipos técnicos.
También quiero expresar un reconocimiento a los presidentes de las Bolsas de Comercio y de Cereales del país, con quienes trabajamos codo a codo y mantenemos un diálogo fluido.
De la misma manera, quiero destacar la presencia de los intendentes y jefes comunales, que representan a las regiones productivas de nuestra provincia, donde late nuestra principal riqueza: la de los recursos, pero también la de los valores de hombres y mujeres que día a día impulsan la producción. En ustedes están reflejados los productores que siembran aún en la incertidumbre, las pymes que invierten y generan empleo, las industrias que apuestan a crecer en cada localidad. Sepan que esta Bolsa de Comercio siempre estará a disposición de esa energía transformadora, porque esta casa también es la casa de todos ustedes.
Quiero reconocer también a las entidades empresarias, foros, universidades y academia, por su generosidad y compromiso en cada convocatoria de esta Bolsa. Por estar siempre, aportando su voz y esfuerzo para unimos ante desafíos urgentes, como fue la seguridad, o en el trabajo por la agenda productiva.
También destacar algo que para nosotros es un verdadero orgullo en materia de articulación con entidades y organizaciones: hace pocas semanas, UNICEF ARGENTINA pidió a la Bolsa de Comercio de Rosario que presida el primer Consejo Empresarial por las Infancias y Adolescencias. Esa designación no solo me honra, sino que también confirma que estamos transitando el camino correcto. Por eso, quiero agradecer especialmente a Martín Giménez Rebora, que hoy nos acompaña, y en su nombre a UNICEF, por la tarea que realizan cada día en favor de nuestros jóvenes. Porque ahí radica, sin dudas, el futuro de nuestra Nación.
En esa misma línea, quiero reconocer a las numerosas organizaciones de nuestra ciudad y región que trabajan día a día en el territorio. Más de 600 de ellas, participaron del programa de aceleración que impulsa la Fundación de la Bolsa, dando muestra del enorme compromiso comunitario que distingue a Rosario.
Un ejemplo concreto es la obra que llevan adelante un grupo de grandes mujeres, encabezadas por María Laura Borghi y Sylvina Morgantini de Boglione en “El Hogar”, una escuela modelo que está próxima a graduar su primera promoción, y que esta semana visitamos junto a la Comisión Directiva y el Consejo de la Fundación, en el marco del aniversario. Porque en esas infancias y adolescencias reside no solo el porvenir, sino también el presente de nuestro país. Y no puede —ni debe— sernos indiferente.
Quise dejar para el final un agradecimiento muy especial a la Comisión Directiva. A este equipo que armamos y que fue el pilar de esta gestión y esta presidencia. (Nombrar a cada uno, a Marcelo Quirici también, e invitarlos a que suban).
Gracias por su confianza, por su ética y profesionalismo, reflejados en cada palabra, en cada discusión y en cada acción. Gracias por el tiempo que dedicaron y por la convicción con la que supimos trabajar juntos, con espíritu de equipo y confianza.
El vínculo con esta Comisión Directiva nació en circunstancias muy particulares. La Bolsa atravesaba momentos turbulentos y, ante la imposibilidad de contar con un candidato oficial, un grupo de socios decidimos dar un paso al frente, con la firme convicción de recuperar la confianza perdida.
Asumimos el compromiso de poner a la Bolsa en primer lugar, por encima de cualquier interés particular. Y esa decisión nos permitió conformar una mesa con representación de todos los sectores y rescatar la credibilidad de una institución que no puede ni debe volver a ser dañada.
Hoy, más que nunca, debemos preguntarnos cómo consolidar esa credibilidad recuperada. La respuesta está en mantener un proyecto y un rumbo claro, abrazando los valores que nos dieron origen, consolidando lo logrado, dando las discusiones en los ámbitos institucionales, y avanzando con la dignidad de hacer lo que corresponde, siempre en beneficio de nuestros asociados, de la comunidad empresaria y de la región.
Porque lo que debemos debatir no son apellidos o cargos, sino ideas, acciones, y proyectos. Nuestro compromiso (respaldado en lo que HICIMOS y lo que HACEMOS) es con ese futuro al que los convocamos a seguir construyendo JUNTOS.
Sepan que al igual que lo dijimos desde el primer día, esta comisión y este Presidente están, como siempre, a su entera disposición.