En la segunda jornada del BCR Agtech Forum 2024, Carlos Becco brindó una charla motivacional titulada “De villanos a héroes: Cómo el agro puede salvar a la humanidad”. En un salón lleno de emprendedores, inversores, educadores y productores, Becco ofreció una reflexión profunda sobre el rol histórico y actual de la agricultura en el mundo, destacando su papel clave en la alimentación, el desarrollo de las sociedades y la lucha contra el cambio climático.
Becco comenzó su intervención destacando la importancia de la agricultura desde sus inicios: “La agricultura es nuestro lugar en el mundo. Es lo que nos une y ha sido la base para que el ser humano pudiera establecerse y dar origen a la civilización”, afirmó. Este vínculo ancestral entre la agricultura y la humanidad fue el punto de partida para su análisis de la industria agropecuaria.
Héroes de la agricultura
En su exposición, Becco recordó figuras clave que transformaron la agricultura a nivel global, destacando especialmente a Norman Borlaug, el agrónomo que revolucionó el sector con la llamada Revolución Verde, lo que le valió el Premio Nobel de la Paz en 1970. Borlaug, según Becco, “cambió radicalmente un sistema agrícola ineficiente que provocaba millones de muertes por hambre”, y fue parte del impulso global que permitió a la agricultura convertirse en una industria exitosa y vital para el futuro de la humanidad.
Sin embargo, también mencionó a Rachel Carson, quien en su libro Primavera Silenciosa alertó sobre los peligros medioambientales de las tecnologías agroindustriales, subrayando que “el fin no justifica los medios”. Esta dualidad, según Becco, nos recuerda que “si bien el agro ha sido clave para derrotar el hambre, ahora enfrentamos un desafío aún mayor: el cambio climático”.
El nuevo desafío: el cambio climático
El cambio climático fue uno de los temas centrales de la charla. Becco subrayó que la agricultura, aunque es responsable de grandes avances, ahora es vista por muchos como uno de los villanos en esta nueva era: “Nos hemos convertido en los villanos de esta película, un lugar que no merecemos, pero que debemos aceptar”. Con este planteo, Becco remarcó la necesidad de un cambio de paradigma en el agro para enfrentar el desafío del cambio climático de manera más eficiente y responsable.
Becco destacó que, aunque se ha avanzado mucho en la optimización de recursos, aún queda un largo camino por recorrer: “Debemos dejar de pensar en dos hectáreas y comenzar a pensar en dosis específicas por planta, utilizando la tecnología disponible para maximizar la eficiencia y reducir el desperdicio”. Esta nueva forma de agricultura de precisión, basada en el uso de herramientas tecnológicas como la conectividad y el Internet de las Cosas (IoT), es clave para reducir el uso de insumos como los fertilizantes, que hoy en día son responsables de gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector.
Innovación y colaboración: claves para el futuro del agro
La charla también giró en torno a la importancia de la innovación y la colaboración entre empresas y sectores para afrontar los retos del futuro. Becco subrayó que el agro puede ser la solución al problema climático, no solo deteniendo el daño, sino también regenerando el planeta: “El agro es la única industria capaz de regenerar el daño que ya hemos causado. No solo podemos dejar de hacer daño, sino que podemos restaurar el equilibrio ambiental”.
Mencionó ejemplos concretos de empresas y tecnologías que ya están trabajando en esta dirección, que desarrollan soluciones para aplicar productos de manera más eficiente y sostenible. Además, habló sobre la necesidad de aumentar la conectividad en las zonas rurales, ya que “el 40% de la Argentina rural no tiene acceso a conectividad, lo cual es fundamental para el despliegue de estas tecnologías”.
Carlos Becco cerró su presentación con un mensaje claro: la agricultura tiene el potencial no solo de alimentar al mundo, sino de salvarlo. “Los agricultores podemos dejar de ser los villanos y convertirnos en los héroes de esta historia. Tenemos todo lo necesario para hacerlo”, concluyó. El desafío ahora es seguir innovando, adaptando nuevas tecnologías y adoptando prácticas más sostenibles que permitan enfrentar los desafíos del cambio climático y asegurar un futuro para las próximas generaciones.