El agro enfrenta este año un desafío particular con la expansión de la chicharrita del maíz, una plaga que ha extendido su presencia hasta el sur de Buenos Aires e incluso se reporta en la provincia de Río Negro. Según un reciente reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario, este insecto, que no resiste temperaturas inferiores a los 4°C, podría verse afectado por las bajas temperaturas registradas recientemente.
El frente frío que ingresó en la madrugada del 24 de abril ha traído temperaturas que podrían ser cruciales para controlar la proliferación de esta plaga. En localidades como Pigué y Coronel Suárez se han registrado mínimas en torno a 1°C, y en la provincia de La Pampa, los termómetros también marcaron valores por debajo del umbral de supervivencia de la chicharrita.
La red GEA/BCR ha reportado temperaturas mínimas en el norte de Buenos Aires con 2,2°C en Chacabuco, 2,3°C en General Pinto y 3°C en Lincoln. Estas condiciones frías son una buena noticia para el sector, que ve en el clima un aliado potencial contra el avance de la chicharrita.
Sin embargo, las expectativas hacia un invierno particularmente frío no son altas. Alfredo Elorriaga, consultor en meteorología, indica que prever el nivel de frío para una temporada completa es complicado y que, aunque algunos factores sugieren que las temperaturas podrían rondar los valores medios, no se anticipa un invierno extremadamente frío. Esto podría significar que, si bien el frío reciente ayuda, podría no ser suficiente para una reducción significativa en la población de la chicharrita a largo plazo.
Según la BCR, la producción de maíz podría ver reducciones significativas si la chicharrita no se controla eficazmente, lo que subraya la relevancia de mantenerse alerta y preparado ante las variaciones climáticas que puedan presentarse.