La región núcleo enfrenta una situación compleja en relación a la falta de lluvias, según advirtió un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario. A diferencia del año pasado, cuando se superaba el fenómeno de “La Niña”, los perfiles del suelo muestran una cantidad de agua considerablemente inferior. En lo que va de la campaña, ya se sembraron 500.000 hectáreas de maíz, pero para asegurar el nacimiento del cultivo se necesitan entre 15 y 20 mm de precipitaciones. “La inversión está en riesgo si las lluvias no llegan pronto”, advierten los productores en el oeste de la región.
En cuanto al trigo, la situación es alarmante. Un 4% del área sembrada está en malas condiciones y el 15% se encuentra en estado regular. La falta de agua en zonas clave como Canals y Pueblo Italiano ha llevado a algunos productores a considerar la posibilidad de secar los lotes si no se produce un cambio climático favorable en las próximas semanas.
El panorama meteorológico ofrece un atisbo de esperanza. Para los próximos días, se espera la llegada de precipitaciones aisladas que podrían mejorar la situación en algunas áreas. Según el consultor Elorriaga, “podría consolidarse un cambio en la dinámica atmosférica que permita un escenario mucho más húmedo durante la primera parte de octubre”. Sin embargo, la tormenta esperada para el 19 de septiembre dejó a la región central con solo unos pocos milímetros, muy por debajo de las expectativas. Mientras en localidades como Necochea se recibieron hasta 13 mm, en la región núcleo los valores fueron mucho más bajos, lo que generó decepción entre los productores que contaban con esas lluvias para aliviar la situación hídrica.
A pesar de la escasez de agua, la siembra de maíz ha avanzado rápidamente, cubriendo ya un 38% de las hectáreas previstas. Este año, la amenaza de la plaga de la chicharrita ha empujado a los productores a una carrera contrarreloj para sembrar antes de que las condiciones se deterioren aún más. No obstante, la falta de precipitaciones sigue siendo un problema grave. En zonas como Carlos Pellegrini, el avance de siembra alcanza el 60%, pero el desarrollo de los cultivos es desparejo. Los técnicos locales señalan la urgencia de recibir al menos 20 mm de agua para asegurar el correcto nacimiento del maíz.
El trigo, que está entrando en su fase crítica de desarrollo, también se ve afectado por la falta de lluvias. Un 5% de los lotes ya se encuentra en estado avanzado, desplegando la hoja bandera, mientras que un 60% está en la fase de encañado y el 35% en macollaje. Para que el trigo logre buenos rendimientos, se necesitan entre 15 y 20 mm de agua, especialmente en el este de la región, donde las condiciones aún permiten obtener cosechas favorables. Sin embargo, en el oeste, donde el 4% de los lotes ya se encuentra en malas condiciones, la situación es más crítica y algunos productores comienzan a evaluar pérdidas significativas si no llueve en los próximos días.
