Tener presencia en comunidades aisladas, donde las tasas de mortalidad infantil y materna reflejen la necesidad de contar con médicos pediatras. Así puede resumirse la idea fundacional de La Higuera, una asociación civil de Rosario que desde hace 20 años trabaja con programas de salud y desarrollo en la provincia de Chaco y otras regiones del Norte argentino. La ONG participó del Programa de Aceleración de Organizaciones Sociales de la Fundación BCR y sus protagonistas, encabezados por su fundador, Gustavo “Galu” Farruggia, contaron los alcances y objetivos de que llevan adelante.
“La Higuera es una asociación civil sin fines de lucro conformada por médicos que trabajan en pos de mejorar la salud integral en distintos puntos del país. Para ello, brindamos atención en salud y capacitaciones que apuntan a mejorar su calidad de vida de las personas”, explica Carolina Benzi, coordinadora Institucional de la entidad.
“Nuestras actividades se desarrollan principalmente en el paraje Las Hacheras, en la zona del Impenetrable chaqueño, pero también llevamos a cabo intervenciones en el Norte santafesino, en la ciudad de Rosario y en Cachi, provincia de Salta”, agrega Carolina.
En la asociación trabajan entre 20 y 30 personas. Si bien la mayoría son estudiantes de medicina, cuenta con una estructura de personal estable en áreas clave y una comisión directiva conformada por socios. La organización se financia a través de donaciones de fundaciones, empresas, particulares y programas de financiamiento privado para iniciativas de salud y desarrollo.
“Cuando arrancamos, la idea era estar en un lugar con mucha necesidad de pediatras, reflejado en altos índices de mortalidad infantil y materna”, explica Gustavo Farruggia, fundador de La Higuera. Con esa visión, en 2003 llegó al paraje Las Hacheras junto a un grupo de médicos para comenzar con el trabajo de campo. En esa localidad chaqueña hoy funciona una sede permanente de la entidad. Y desde allí, brindan asistencia en un radio de 200 kilómetros, donde se emplazan 34 parajes rurales
La ONG también dispone de una unidad sanitaria móvil equipada con consultorios para realizar atención médica, vacunación, actividades de prevención y promoción de salud en zonas aisladas. Todas las acciones se realizan de manera complementaria y coordinada con el Ministerio de Salud de cada provincia.
Los ejes de abordaje de la institución incluyen capacitaciones en materia de salud, acciones en barrios vulnerables de la ciudad de Rosario y programas de desarrollo productivo en Chaco, como una escuela de apicultura, proyecto de huerta agroecológica y elaboración de alimentos.
Según Farruggia, “el trabajo rural tiene sus particularidades. Por ejemplo, hay que adaptarse a atender casos que van más allá de su especialidad profesional”. Y continúa: “También hay una dinámica distinta a la de las grandes ciudades, donde las personas van hacia el consultorio, hospital o centro de salud. En los parajes aislados como en el monte chaqueño no sucede eso, por lo que la relación entre la comunidad y el médico son muy distintas”.
Sobre los vínculos que se desarrollan entre profesionales y pacientes en este tipo de regiones, Gala Reynoso, médica voluntaria de La Higuera con más de cuatro años de experiencia en terreno, reflexiona sobre la importancia de ejercer la medicina desde otra perspectiva. “Valoro mucho el vínculo humano con las personas y la comunidad, que es la forma de hacer medicina. No solo trabajar en lo asistencial o en la demanda medica sino trabajar en red con la comunidad en aspectos sociales o culturales”, concluye.
